Servir al MCC a través de una nueva forma de gobierno
El VIII Encuentro Mundial se precipita a instancias y recomendación del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida (DLFV), como eslabón final para poner fin a un proceso que tuvo su origen en una controversia surgida hace décadas con un grupo de hermanos, que viene profundizándose de tal modo que empieza a afectar el cumplimiento de la misión del MCC y su buen gobierno.
La puesta en duda de hechos y fechas históricas y la imposibilidad de llegar a un acuerdo respecto a distintas definiciones y procedimientos derivados de aquellas primeras diferencias, a pesar de los esfuerzos realizados por los Secretariados Nacionales y los Grupos Internacionales afectados, llevaron primero a intervenir al OMCC en varias oportunidades, pero sin éxito.
Largo proceso buscando acuerdos
Luego de un largo proceso desarrollado por el OMCC y los Grupos Internacionales, especialmente de Europa y Latinoamérica buscando superar estas diferencias que de una u otra forma dificultaban la marcha normal de varios Secretariados Nacionales, se vislumbró una posibilidad de arreglo modificando la forma de gobierno a través de los Estatutos, sobre todo en lo concerniente a la rotación del OMCC entre los Grupos Internacionales. Se sugirió que fueran electos y no rotativos.
Dada la responsabilidad y con la certeza que de lo que se trata es de preservar un Bien que constituye Patrimonio de la Iglesia inspirado por el Espíritu Santo, el OMCC en uso de sus atribuciones y con el apoyo de los Grupos Internacionales decidieron acudir al Vaticano, a través del DLFV en busca de alguna sugerencia que pudiera poner fin a estas diferencias que de uno u otro modo afectan la marcha y misión del MCC, al tener que ocupar su atención y esfuerzos en actividades distintas a su misión.
Intervención del DLFV
A la propuesta presentada por el OMCC el DLFV respondió citando a Roma a ambas partes para en un clima de hermandad y con el propio auspicio e intervención de prelados y especialistas de este Dicasterio, buscar caminos para superar estas diferencias.
Coincidentemente el Vaticano expidió un Decreto instando a todos los Movimientos de Iglesia a no perpetuarse en los cargos, poniendo límites de 5 años como máximo a los períodos y limitando el ejercicio de estos a dos períodos con uno intermedio de descanso, de modo que nadie pudiera estar más de 10 años en un cargo. Esto por la necesidad de renovar la dirigencia de los movimientos.
Se acuerda cambiar la forma de gobierno
En las reuniones sostenidas en Roma, finalmente se acordó que efectivamente había que cambiar la forma de gobierno del Movimiento para contribuir con la solución de los impases que habían surgido, nombrándose una comisión que modificara y redactara las partes concernientes del Estatuto.
Al finalizar su trabajo este grupo de trabajo debía elaborar las modificaciones pertinentes, las mismas que una vez aprobadas por el DLFV tendrían que ser ratificadas por un Encuentro Mundial a llevarse a cabo antes de fin del año 2022.
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