Tener en cuenta la realidad a evangelizar
Los retos de un mundo en cambio
El Monseñor Gabriel Mestre, Obispo de Mar del Plata, tuvo a su cargo el primer tema del Encuentro Mundial. Con el título la realidad a evangelizar nos ubica en el tiempo y lugar de nuestro trabajo apostólico. La principal característica, la más dominante de estos tiempos posiblemente sea el cambio.
Precisamente el Monseñor Mestre destaca que en palabras del papa Francisco no solo estamos viviendo una época de cambios, sino en un cambio de época. Mostrándonos su celular nos destacó que este es un instrumento de cultura. La transformación es casi tan veloz como inmensa la cantidad de datos que se transmiten con la ayuda del celular.
Los cambios no son lineales, sino profundos
Los cambios que se viene dando en el mundo entero después de la pandemia, no son lineales. Sorprendentemente son de dura transformación. Los celulares ya no son tan solo instrumentos, sino vehículos de cultura. El cambio está en el medio del tiempo que estamos atravesando, de la mano del celular.
La transformación que se está llevando a cabo en el mundo entero no es lineal, sino muy profunda. ¿Cómo afecta esto en nuestra vida cotidiana? Decenas de nuevas palabras y conceptos se van agregando para de algún modo describir el cambio. Las leyes se modifican de un día a otro tratando de adaptarse a estos cambios.
Identificar el origen de estos cambios
Es difícil dar una respuesta adecuada, puntual y concreta a estos cambios. Podemos dar algunas pistas. Primero, dejarse interrogar. Tratando de comprender aplicando el discernimiento, la inteligencia y la audacia evangélica. Distinguir, por ejemplo, entre Ideología de Género y perspectiva de género.
Luego, iniciar procesos y no ocupar espacios. Así, preocuparnos más por iniciar procesos de evangelización que en ocupar estructuras y cargos. Preocuparnos más de la evangelización que de la autopreservación.
Redescubrir a la Iglesia como evangelizadora
Ocuparnos más de evangelizar que de preservar. Cada servicio que desarrolla el MCC debe ser misionero y evangelizador. Todo debe ser misionero y evangelizador. Habrá que realizar cambios importantes para ajustarnos a esta nueva realidad.
Tendremos que empezar a catequizar también en nuestras comunidades, a niños y jóvenes, ya que muchos no mantienen la mentalidad y cultura cristiana que caracterizaron nuestros tiempos. Muchos no conocen las oraciones ni la liturgia.
Cinco cauces a interiorizar
Primero, dar constante testimonio de la alegría del Evangelio. Segundo, dar cauce para renovar el lenguaje a fin que refleje la realidad conocida de quien se va a evangelizar. Cambiar con audacia la mentalidad de la pastoral para aplicar nuevas recetas acordes con los tiempos actuales.
No pedir más de la cuenta, sino orientar la moral cristiana para conseguir el bien posible. Y, finalmente, decodificar la búsqueda de Dios que hacen nuestros contemporáneos. Tener en cuenta que muchas veces no hay ateísmo, sino búsqueda.
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