Actuar en sinodalidad
El Monseñor Faustino Armendariz, Arzobispo de Durango y Asesor Eclesiástico del OMCC Tuvo a su cargo la segunda conferencia del VIII Encuentro Mundial, destacando la sinodalidad como la respuesta de la Iglesia a esta época de cambios. Este ha de ser un estilo de vida eclesial como respuesta a la coyuntura desafiante que nos presenta el mundo.
La gran preocupación frente a los cambios de época tiene que ver con una nueva cultura que desdibuja y mutila la figura humana. Estamos frente a una crisis antropológica. Solo el cambio a una espiritualidad que nos permita andar juntos podrá ser la respuesta cristiana de las familias y las comunidades al reto que se nos presenta.
La sinodalidad, un camino de fe y esperanza
Estamos enviados por Jesucristo a ser discípulos y misioneros, conscientes de los grandes desafíos que tenemos en la actualidad como miembros del Pueblo de Dios. La sinodalidad es una forma de participar en la Iglesia de modo responsable y comunitario. Es la forma en que tenemos que caminar como Pueblo de Dios.
La participación en este Encuentro Mundial debe ayudaros a hacer realidad la finalidad del sínodo. Inspirarnos a soñar con la Iglesia que estaos llamados a ser. Hacer florecer esperanzas y estimular la confianza, vendar heridas y tejer nuevas relaciones más profundas.
La Iglesia sinodal renueva, actualiza y promueve
Hemos de dejar actuar al Espíritu para que nos eduque y nos guie por un camino verdaderamente sinodal, entrando con audacia y libertad al corazón del proceso de conversión. Este es el único que puede garantizar la reforma permanente.
La Iglesia debe vivir una profunda renovación misionera. La Iglesia nos enriquece con nuestros carismas. El MCC es un movimiento eclesial, no laical. Tenemos que ser capaces de dar una respuesta adecuada a los tiempos actuales, que son muy distintos a aquellos que dieron origen al Movimiento.
Una Iglesia sinodal permanentemente en salida
Encontraremos candidatos si vamos a buscarlos. No podemos esperarlos. Hay que ir a las casas si es preciso. No podemos quedarnos esperando que vengan a nosotros o encontrarlos en Misa. El hombre tiene sed de Dios, pero lo expresa de modos diversos. Debeos estar atentos.
El desafío es impulsar más la comunión, la participación y a misión. Tenemos que empezar por ser cercanos. Estar allí donde los hermanos se encuentran- El discernimiento debe estar en el centro del proceso para renovar la Iglesia. La sinodalidad viene a romper paradigmas para encontrar un nuevo modo de ser Iglesia.
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